lunes, 16 de mayo de 2011

Galileo Galilei - El padre de la ciencia




Cuando se habla de invenciones, la mayoría de las veces se refiere a todo lo que se descubre en el ámbito científico. Hablando sobre la ciencia es imposible no referirse al hombre que es considerado el “padre de la ciencia”: Galileo Galilei.


Máximo exponente de la revolución científica, a él se deben muchos descubrimientos científicos, con los cuales toda la humanidad empezó a cambiar su manera de vivir y sobre todo su manera de pensar.

Nació en Pisa el 1564 y murió

en Florencia el 1642. Hasta los diez años sus padres se ocuparon de su educación, ellos deseaban que su hijo estudiase medicina. Galileo recibió una formación religiosa, desde la cual escapó. Después de algunos años ingresó a la universidad de Pisa donde empezó a estudiar medicina. En poco tiempo Galileo se interesó por la obra de Euclides, ya sin ningún interés por la medicina y todavía menos por las la filosofía aristotélica, reorienta sus estudios hacia las matemáticas. Desde entonces, se siente seg

uidor de Pitágoras, de Platón y de Arquímedes opuesto al aristotelismo.

Galileo Galilei no fue solo un físico italiano, además astrónomo, matemático, filósofo, músico, letrado y pintor.

Su trabajo más importante fue sobre todo el abatimiento de los dogmas de la Iglesia Católica Romana y las teorías asentadas de la física arist

otélica, que hasta aquellos años ocultaron algunas verdades. Esta ruptura suele presentarse como el mejor ejemplo de conflicto entre religión y ciencia en la sociedad occidental. Un conflicto donde está claro quien ganó.

Cuando construyó su p

rimer telescopio, existía otro telescopio holandés que permitía ver objetos lejanos. Al contrario de este telescopio, el telescopio de Galileo no deformaba los objetos y los aumentaba el doble, siendo el único de la época que consigue obtener una imagen derecha gracias a la utilización de una lente divergente en el ocular.

La Republica de Venecia estuvo muy interesada por las aplicaciones militares del objeto, por eso fue confirmado como profesor en la universidad de Padua y su salario se duplicó, liberándose así de las dificultades financieras que tuvo hasta aquel momento.

Desde este momento

Galileo nunca terminó de estudiar y mejorar su invención, llegando hasta la posibilidad de empezar a observar y estudiar algo con lo que el hombre siempre había tenido muchas dificultades: el cielo.


La invención del telescopio da como resultado el descubrimiento de muchas cosas como: las montañas, la Luna, la Vía Láctea, la constelación de Orión, las fases de Venus, los anillos de Saturno, las manchas solares, nuevas estrellas, el movimiento de las mareas y además en 1610 realizó un descubrimiento muy importante: descubrió las cuatro estrellas que giran alrededor de Júpiter, satélites naturales de ese planeta llamados hoy “galileanos”.

Con Galileo empezó una nueva época para la humanidad. El fue capaz de liberar la ciencia de los dogmas que la frenaban y la dirigió hasta infinitos horizontes, de los que todavía hoy, como hace algunos siglos, no somos capaces de ver hasta dónde llegarán.

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